Los nutricionistas señalan, con razón, que durante el invierno existe un mayor riesgo de consumir más calorías de las necesarias. Las ensaladas son poco atractivas con el frío y las comidas calientes nos resultan tentadoras. Es necesario lograr un equilibrio consumiendo preparaciones adecuadas a los meses fríos, pero a la vez livianas, logrando una dieta equilibrada, natural y saludable.

Durante los meses de invierno, resulta fundamental aumentar el consumo de alimentos sanos para  aumentar las defensas y fortalecer el sistema inmunológico de nuestro organismo. Con ello evitamos que, por ejemplo, tengamos una mayor predisposición a padecer enfermedades infecciosas típicas de esta época del año, como es el caso de la gripe o los resfriados.

Alimentación ideal para el invierno

• Alimentación sana y saludable: Es conveniente comer lo más sano, saludable y variado posible. No pueden faltar, frutas, verduras frescas, y varias veces por semana pescados y carnes blancas, así como legumbres y cereales. También los alimentos ricos en fibras.
• Cuidado con las grasas: evita el exceso de grasas, sodio y azúcares.
• Aumenta el consumo de líquidos: se aconseja tomar mucha agua; la necesaria para que nuestro organismo funcione correctamente. También las infusiones y tés pueden ser ideales en esta época.
• Ingerir alimentos de temporada: los alimentos de temporada, propios de esta época del año, son ideales porque aportan las vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita.
• Realizar actividad física: es fundamental para aumentar tus defensas y además ayuda de forma muy positiva a disfrutar de una buena salud. 

La importancia de las vitaminas A y C

La naturaleza nos proporciona alimentos de temporada que cuentan con las propiedades que requerimos para prevenir y combatir enfermedades respiratorias, tan comunes en estas fechas.

Nuestro organismo requiere de vitamina A para mantener en buen estado la piel y mucosas y reducir así el riesgo de enfermedades respiratorias. La zanahoria es el alimento ideal para obtener betacaroteno (antioxidante que en el intestino se transforma en vitamina A), ya que puede encontrarse con facilidad durante esta época y su sabor es aceptado por todos.

Otra buena opción de temporada son las acelgas y espinacas ya que aportan betacaroteno, fibra (ayuda a regularizar el tránsito intestinal) y folatos, es decir, derivados del ácido fólico que, entre otras cosas, colaboran en la formación de proteínas y ayudan en la regeneración de tejidos.

La vitamina C la podemos encontrar en los cítricos como: naranja, mandarina, limon y kiwi, entre otros. Estos, constituyen la primera fuente de este nutriente tan necesario estimular las defensas del organismo.

Tener siempre presente lo importante que resulta realizar las 4 comidas diarias, para evitar los excesos que provoca acumular hambre durante el día. 

¿No sabes qué comer durante la temporada de invierno? 

Te compartimos algunas recetas de alimentación balanceada.